En el jardín de la noche
La canción es la amiga
Que me arropa
Y después me desabriga;
La más clara y obscura,
La más verde y madura,
La más íntima
La más indiscreta.
La canción me da todo,
Aunque no me respeta:
Se me entrega feliz
Cuando me viola.
La canción es la ola
Que me eleva y me hunde,
Que me fragua
Lo mismo que me funde.
La canción compañera,
Virginal y ramera, la canción.
Comenzamos un día
Por los tiempos
De siempre y todavía;
Comenzamos felices
A juntar cicatrices,
Como buenas señales de los años,
Y, peldaño a peldaño,
Levantamos paisaje
Sin excusa, sin ruego
Y sin ultraje.
¿Quién se atreve a decirme
Que debo arrepentirme de la esperma quemante
Que me trajo?
Porque sangra de abajo
Yo no vendo ni rajo mi pasión.
Entre drama y comedia
He llegado trovando
A la edad media;
Torpe, pero sincero,
Aún no soy caballero
(y que el cielo
Me libre de cordura)
No me embriaga la altura
Ni me aburren los sueños;
No es por moda que estallo
Y que me empeño.
El amor sigue en brete
Y el camino a machete,
Más no lloro por tal
Ni me amilano,
Si conservo mis manos,
Mi sudor y el humano corazón.
Fuente: LyricFind
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